En estado vegetativo

En estado vegetativo

Tras el asesinato de la italiana Eluana Englaro, la mujer en estado vegetativo permanente desde hacía 17 años, que murió en febrero al interrumpir las sondas que la hidrataban y alimentaban sosteniéndola en vida, el Senado de Italia aprobó la nueva ley sobre la declaración anticipada de tratamiento para enfermos terminales en estado de coma. El escrito pasa ahora a la Cámaro de Diputados donde, asimismo tendrá que ser sancionado.

La nueva ley, entre otras cosas, asevera que no se podrá negar la hidratación y la alimentación a un doliente en estado vegetativo; “La alimentación y la hidratación son formas de sustento vital y fisiológicamente destinadas a aliviar el sufrimiento hasta el final de la vida”. Y también se prevé la asistencia a domicilio para los pacientes en estado vegetativo, se lee en el documento. El partido político de Silvio Berlusconi dedicó la “victoria” a Eluana Englaro.

Por otra parte la eutanasia, entre los dolientes en estado de coma, recibió un duro golpe. El polaco Jan Grzebski que estuvo diecinueve años en estado vegetativo, ocupó un lugar destacado en los medios de comunicación de todo el mundo porque despertó de su larga ausencia física, que no espiritual.

Jan oía las conversaciones de los médicos y sus científicos comentarios de que no sobreviviría. Y él lo único que quería era vivir. Deseaba ardientemente existir y los médicos planificaban su exterminio. Escuchaba todas las conversaciones de los facultativos. Jan estaba vivo y era consciente de todo lo que sucedía a su alrededor.

No es lícito matar a un ser humano para no verle sufrir. Nadie puede asesinar a un ser trascendental, aunque sea un enfermo incurable, agonizante o en estado de coma profundo. Los cuidados paliativos son el remedio para estas situaciones.

CLEMENTE FERRER ROSELLÓ