La eutanasia os sienta tan bien
Debble Purdy obtuvo un logro histórico que modifica el horizonte del suicidio asistido en Gran Bretaña. Cinco magistrados de la Cámara de los Lores, suprema instancia judicial de los cuatro países que constituyen el Reino Unido, respaldaron la petición de esta británica de 46 años de edad que instó a la Fiscalía del Estado para que aclare los motivos por los que se puede encausar a un familiar que asiste a otro a suicidarse en el extranjero.
Enferma de esclerosis múltiple, Debble inició hace unos años una pelea legal para que la legislación dejara definido lo que le podría pasar a su cónyuge si la escoltaba, en el futuro a Suiza para acabar con su existencia. El suicidio asistido está normalizado como una transgresión de la ley en Gran Bretaña y que lleva una condena máxima de catorce años de prisión.
Al chiringuito de la muerte acudió, Daniel James, promesa del rugby que, a los 23 años fue ayudado por sus padres para viajar a Suiza y terminar con su vida tras soportar una invalidez, del pecho para abajo, a raíz de un trance en una melé durante un partido. Asimismo, el director de grupo filarmónico Edward Downes y su esposa Joan, arribaron a la clínica de la muerte. Ella ex danzarina de 74 años, sobrellevaba un carcinoma terminal. Él, con detrimento del tímpano y visibilidad precaria, no deseaba coexistir sin la compañía de su cónyuge.
Estamos viviendo en una cultura de la muerte aunque esté oculta tras los ropajes del consumo y del bienestar. Basta profundizar un poco para que esta indigencia moral se presente tal y como es, con un egoísmo feroz, una violencia agresiva y el poco respeto por la vida, que es un don divino. Hay que contraponer una “cultura de la vida”, localizada en el regazo de la familia, frente al “imperio de la muerte”.
Por último, "Es importante subrayar que el suicidio es un acto morboso, decadente y cobarde", afirmó el director de cine alemán Oliver Hirschbiegel y Alejandro Dumas aseveró que: “El mayor de los delitos es el suicidio, porque es el único que no tiene arrepentimiento”.
Clemente Ferrer
No comments:
Post a Comment