Famosos contra la indigencia
Cada sesenta minutos agonizan, de gazuza, nueve chiquillos. Algunos no tienen nada para alimentarse. Residen indiferentes al hundimiento de las bolsas mundiales. Hoy, esta verdad, está siendo ocultada por la ruina de las grandes entidades financieras o por el vaivén climático. Si Al Gore, con su prepotencia mediática, pudo mover a todo el mundo a favor de esta causa, ¿por qué no hacerlo por la lucha contra el hambre? Se ha exhibido PideseloaAlGore.org, para apoyar a una campaña publicitaria que intenta una movilización impetuosa para guerrear contra la indigencia alimenticia.
La campaña, bajo el eslogan "No Hunger", ambiciona implorar al premio Nobel de la Paz, Al Gore, que tutele un documental sobre la escualidez aguda infantil. Acción Contra el Hambre aspira a que el adalid cosmopolita emplee su pujanza mediática para delatar la realidad del hambre en el mundo y cuya terminación es factible.
El empeño de esta acción publicitaria consiste en "ser un puente entre la gente y una persona que puede hacer que este problema sea una prioridad", manifestó Nonzioli, director creativo de la agencia Shackleton. "Es un problema de igual o incluso de mayor gravedad que el cambio climático, por eso no queríamos un spot, sino una película". La solución está en la página web, en la que se reúnen firmas de famosos para rogarle, al premio Nobel de la Paz, que dirija un film sobre la carencia de alimentos en el universo. Han rubricado esta petición populares como Antonio Banderas, Belén Rueda o Eduardo Noriega. En la página web aflorará el número de firmas con los nombres de todos los que han colaborado en esta acción contra la indigencia infantil en el mundo.
Es una campaña que exige notoriedad en los medios de comunicación, no limosnas, solicita pujanza mediática a quien la posee. El primer paso consiste en la acción online, la gran aliada de la comunicación masiva. "Herramientas como Internet hacen realidad una comunicación sin barreras", afirma Oliver Longué, regente de Acción Contra el Hambre.
Ahora, 55 millones de chiquillos en todo el universo padecen inanición aguda. Esta evidencia embiste de forma inexorable a 19 millones, causando el exterminio de cinco millones de niños cada año por falta de acercamiento al tratamiento apropiado. Esto podría vencerse con una inversión de 3.000 millones de euros, menos del 0,3 por ciento de lo que están empleando los estados del orbe para recuperar los entidades financieras en bancarrota.
CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
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