ROSTROS DE LA PUBLICIDAD
La popularidad y el éxito de la persona célebre es utilizada de manera reiterada con el objeto de vender los más diversos productos y promocionar los más variados servicios. Con ello, los creadores de mensajes publicitarios intentan conseguir un doble objetivo: dar un mayor renombre al producto anunciado y utilizar el prestigio del famoso para dar notoriedad a su campaña.
Participando de la Navidad, Antonio Banderas, será el protagonista de la campaña de unos grandes almacenes británicos establecidos en España. Una marca de cosmética ha contratado para su nueva campaña a la modelo Linda Evangelista y la cantante Gwen Stéfani será la prescriptora de una campaña que llevará a cabo una multinacional de impresores para ordenadores. Una marca de relojes suiza sigue firmando contratos millonarios con la tenista María Sharapova, Daniel Craig, Cindy Crawford: también los actores y deportistas son los preferidos; Brad Pitt, Uma Thurman, Tigre Woods y Kimi Raïkkönnen. Otra marca de relojes ha contrato como prescriptora a Shakira y Fernando Alonso sigue siendo el gran introductor de marcas como piloto de Fórmula 1.
Una entidad financiera ha elegido como famoso para sus campañas a Pau Gasol y Bruce Lee sigue siendo el prescritor de una importante marca de automóviles de lujo. También Penélope Cruz ha prestado su imagen para una marca de perfumes y cosmética. Por otra parte, el caché publicitario de Nikole Kidman, según el ranking de “Forbes”, está en los 28 millones de dólares, listado que lidera Johnny Deep que se embolsó 92 millones de dólares.
Si el comportamiento privado de un popular es incorrecto, cuando su ética y moral quedan en entredicho, es posible que su imagen quede dañada.
La aparición de los famosos en la publicidad está justificada a partir de lo que de positivo hay en sus vidas en relación con el producto que anuncian. Pero no es ético interrelacionar la vida privada de nadie con esa especie de mensaje soterrado que subyace debajo del auténtico mensaje publicitario. No en vano, todas las decisiones publicitarias que no se orienten al respeto de las personas y a la veracidad del mensaje son un fracaso, a la larga. Hacer un uso continuo y redundante de los famosos en la publicidad no es lo más deseable. Y no hay que olvidar que la publicidad anuncia bienes y servicios, no figuras ni rostros famosos.
CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
Presidente del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad
Pantoja, 14
28002-Madrid
Edad: 71 años
NIF: 20285521 G
Tel: 914137873
E-mail: clementeferrer@yahoo.es
No comments:
Post a Comment