Apoyar la vida
Los prelados del estado de Kansas; Joseph Naumann, Ronald Gilmore, Paul Coakley y Michael Jackels, han editado el libro del elector católico en el que se afirma que beneficiar con el voto a los candidatos que apoyen el aborto “está moralmente mal”. En el documento, aseveran que los electores católicos que voten a candidatos que defiendan el aborto, la eutanasia o la investigación con embriones humanos “cometen un mal moral” ya que “estos actos constituyen un ataque contra la vida humana inocente y son intrínsecamente malos, es decir, son malos en sí mismos".
Lo declarado por los obispos estadounidenses, desde el año 2000, se puede resumir en que la postura sobre el aborto es un factor definitivo que califica o descalifica a un candidato para captar el voto de los católicos, porque sin desmerecer otros temas de doctrina social de la Iglesia, la muerte de la criatura no nacida daña al primero de los derechos humanos -el derecho a la vida- del cual dependen todos los demás derechos.
La carta enviada por el entonces Cardenal Ratzinger a Theodore McCarrick, arzobispo de Washington, con motivo de la asamblea de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, celebrada en Denver, en 2004, se expresaba que: “Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no respecto del aborto y la eutanasia”.
Los candidatos a la presidencia y vicepresidencia de los Estados Unidos, Barack Obama y Joseph Biden, apoyan el aborto, por lo tanto, los católicos coherentes con fe, no pueden protegerles con su voto.
CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
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