La droga patrimonio de los débiles

La droga patrimonio de los débiles
La jueza ha probado que la corredora Marta Domínguez no tiene ninguna relación con la “operación Galgo”, por lo que es retirada de la red organizaba el tráfico de sustancias dopantes. La mediática triunfadora mundial de los 3.000 obstáculos queda eximida del caso.
Sin embargo, los chamizos donde se venden los alcaloides se han dirigido, de Las Barranquillas, a los aledaños del basurero de Valdemingómez, que le da a la situación un olor cruelmente dramático. Todos viven en condiciones infrahumanas.
La insalubridad del lugar es angustioso. Todo es bazofia e indigencia. Los toxicómanos se presentan a este lugar para adquirir, en los chiringuitos la heroína, dirigidos muchos de ellos por narcos de etnia gitana.
Una humanidad abandonada es la que brota de sus ajados moradores, que renunciaron a la lucha por su acomodo. Con el estigma que provoca la droga, la fijeza hueca, y apenas sin mantenerse firmes, se mueven amasando jeringuillas usadas.
Las ganancias del trajín de las drogas, ha logrado cuantiosos ingresos, provenientes de los más de tres mil drogadictos que han aparecido en los más de 70 asentamientos de transacción.
Paradójicamente, los ciudadanos de California votarán en las urnas si refrendan el derroche y siembra de marihuana en el estado. Esta legalización serviría para obtener unos mil millones de euros, en impuestos, para el estado californiano.
Por otra parte, en Estados Unidos el derroche de cannabis aumentó un 8% y el número de consumidores diarios ronda los 16,7 millones de mortales.
La batalla contra el comercio y el derroche de narcóticos. La voluntad de paralizar esta dañina espada de Damócles para el tejido social, que origina el delito, la crueldad y favorece la devastación física y moral de muchos mortales, requiere un trabajo político, una cooperación mundial y el refuerzo de todos.

“He visto a los más grandes espíritus de mi generación, arrastrarse de madrugada por las calles de los negros, en busca de la droga urgente imperiosa”, afirma Allen Ginsberg.
Clemente Ferrer