La humanidad se forja en la familia

La humanidad se forja en la familia




La instauración de los Encuentros Mundiales de las Familias se lo debemos al Papa Juan Pablo II y a la ONU, que anunció en el año 1994, el Año Internacional de la Familia. Con el objetivo de “mejorar la capacidad institucional de las naciones para abordar, mediante políticas integrales, los serios problemas relacionados con la familia”, declaró su Secretario General.

Juan Pablo II, en 1980, convocó un Sínodo sobre la Familia, del que saldrían la Exhortación Apostólica “Familiaris Consortio” y la Carta de los Derechos de la Familia en los que se insiste un solo tema: “El futuro de la humanidad se fragua en la familia”. Además en 1981, Juan Pablo II, constituyó el Pontificio Consejo para la Familia, que forma parte de la curia que rige el Vaticano. Asimismo redactó la Carta a las Familias con las que se citó en Roma para “rezar, dialogar, aprender, compartir y profundizar la comprensión del papel de la familia cristiana como iglesia doméstica y unidad base de la evangelización”.

Por otra parte el Papa Benedicto XVI, afirmó que “todos los pueblos, para dar un rostro verdaderamente humano a la sociedad, no pueden ignorar el bien precioso de la familia, fundada sobre el matrimonio”.

Por último, el Catecismo de la Iglesia Católica, dice que “un hombre y una mujer, unidos en matrimonio, forman con sus hijos una familia. Esta disposición es anterior a todo reconocimiento por la autoridad pública; se impone a ella.”



CLEMENTE FERRER ROSELLÓ