Drama generacional

Los rotativos italianos han sido los voceadores de un atrayente cambio de actitud tocante al aborto. El testimonio tiene una protagonista; una joven napolitana, en estado de gravidez, que envió un mensaje al mandatario de la República Italiana exponiéndole su zozobra por su resolución de interrumpir el estado de buena esperanza. Narra la situación con gran crudeza; no existe peligro para su robustez. Existe una contrariedad, la ganancia de ambos no es suficiente para proporcionar una existencia decorosa al retoño que arribará al planeta y, ella razona que no debe consentir alumbrar un chiquillo que tendrá una niñez llena de penurias.

Laura Laurenzi, una redactora del diario “La República” la interroga sobre su intención de abortar y le dijo: “Estoy a tiempo de cambiar de idea, con 2.000 euros al mes no abortaría. Y resuelve no abortar: “Estoy muy feliz. Asustada, pero muy feliz” “Quería decir a todos los que me han escrito que sepan que han hecho una gran contribución a un debate sobre el que me atrevería a definir como nuestro gran drama generacional”.

CLEMENTE FERRER ROSELLÓ