Presidente abortista

Barack Obama germinó en Honolulú (Hawai) su progenitor musulmán, keniata, y su madre blanca. A los seis lapsos de tiempo entró, en Yakarta, en el instituto musulmana Wahabi, la escuela a la que arriban los fundamentalistas. Posteriormente se cristianizó formando parte de La United Churchof of Christ, sin embargo Obama prometió la investidura de senador ante el Corán y no delante de la Biblia.

El candidato a presidir los Estados Unidos es un musulmán converso y, según la ley islámica, el musulmán que se retracta de su fe y se muda a otra religión, es penado con el sueño eterno.

El aspirante al caudillaje de los Estados Unidos por el Partido Demócrata, Barack Obama, lo prefieren los adolescentes, los afroamericanos y los que poseen un elevado adiestramiento universitario. Estados Unidos está presto para gozar de un gobernante afroamericano, de tonalidad ennegrecida.

Obama abrió su campaña presidencial en julio del pasado año, apiñándose con sus adictos de Planned Parenthood, el mayor comercio abortista del universo y del que recogió ayudas económicas, según revela el LifeNews.

El candidato a la jefatura proyecta ser el mandatario de la historia que apruebe una Ley Federal legalizando el aborto, aplicable a todos los Estados de la Unión. Y ha expresado que será lo primero que ejecute si es elegido presidente. De esta manera, ningún Estado lograría ilegalizar la interrupción voluntaria del embarazo.

Un católico responsable, no puede votar a Barack Obama, lo aclara un artículo publicado en un rotativo estadounidense de gran difusión; “Un católico americano puede votar a Obama. Pero contraviniendo al magisterio de la Iglesia Católica Norteamericana en un punto tan esencial, para el futuro de la humanidad, como es el aborto”.

CLEMENTE FERRER ROSELLÓ