Un futbolista ebrio pierde su credibilidad

Un futbolista ebrio pierde su credibilidad
Guti, el jugador del Real Madrid, ahora convertido en el centrocampista más célebre del Besiktas –las águilas negras-, ha padecido un siniestro automovilístico al colisionar con un autobús en Estambul, un accidente del que salió inmune anunció el club otomano. En la cata de alcoholemia dio 2,71 de alcohol en sangre, según los rotativos turcos.
José María Gutiérrez “Guti” cedió su imagen al distribuidor de una marca californiana de gafas de sol, que ya los mercados de Europa y EEUU.
Queda claro que si el comportamiento privado de un famoso es incorrecto, cuando su conducta queda en entredicho, su imagen sale dañada. Por ello, es muy probable que la imagen, del producto anunciado resulte, al mismo tiempo, lesionada.
También, en el último sondeo exhibido, las bebidas etílicas están por encima de todas las drogas y vuelve a las cifras de finales de los años 90. Unos dos millones de mortales son beodos de riesgo y cerca de 90.000 padecen adicción a los néctares alcohólicos. Ha ascendido en 13 puntos el número de personas que se han embriagado alguna vez en el último año, casi siete de cada diez habitantes. Uno de los datos más destacados es en que dos de cada diez hombres, de entre 15 y 65 años, se embriagaron hasta 10 veces a lo largo del último año. Ante estas cifras el Ministerio de Sanidad ha comenzado una campaña publicitaria dirigida a los adolescentes de modo especial, así como también a las mujeres fecundadas.
Por otra parte, la Fundación de Ayuda a las Taxicomanías de la Cruz Roja, afirma que un tercio de los jóvenes gastan el 90% de su dinero en bebidas alcohólicas por lo que el consumo de las bebidas etílicas es la primera causa de muerte entre la juventud, ya que el 60% de los accidentes de tráfico mortales, durante la noche del fin de semana, son provocados por el consumo de alcohol.
Por otra parte, el alcoholismo afecta a las mujeres produciendo en ellas una parálisis cerebral que se desarrolla de una manera muy rápida, según un estudio de la Universidad alemana de Heidel y la norteamericana de Stanford.
El alcohol llena vacíos, pero no es la solución a los problemas cotidianos, ya que el vacío no se puede llenar con otro vacío.
Clemente Ferrer