Friday, January 10, 2014
Las series televisivas manipulan a los espectadores adictos
Las series televisivas manipulan a los espectadores adictos
Según un estudio de “Neuromarketing Labs” para Fox y Vodafone, el visionado habitual de «Breaking Bad», «The Walking Dad», «Juego de Tronos» y «The Big Band Theory», entre otras, crean adicción entre los espectadores.
Así lo documentan los datos del citado informe, que estudió la actividad cerebral de 74 personas, de entre 18 y 47 años, a las que les expusieron simultáneamente fragmentos de varias series de televisión. Mientras las visionaban se analizó su actividad cerebral, el pulso, el riego sanguíneo, el nivel hormonal, la frecuencia respiratoria y el movimiento de los ojos.
Álvaro de la Torre, director de OnCeu, afirma que aunque sea la ficción irreal, como la de «The Walking Dead», quieren ser como algunos de los protagonistas. Pero, sobre todo, estas reacciones son consecuencia directa del manejo que hacen de las emociones en la trama con escenas de alto voltaje».
La reflexión de De la Torre coincide con las conclusiones de los análisis cerebrales a los que se sometieron las personas del estudio: los espectadores quieren sentir al ver las series.
De la Torre apunta que, más allá de las tramas, la realización, el montaje y los efectos visuales y audiovisuales muy importantes. «Por ejemplo, ''Breaking Bad'' o ''Juego de Tronos'' no siguen la narrativa tradicional y optan por contar varias historias que van coincidiendo. Luego, desde el punto de vista estético, el montaje de las secuencias tiene otro 'tiempo, mucho más rápido, en el que se dosifica con acierto la banda sonora y los efectos de sonido y el aspecto visual.
La clave es que se ofrezca un producto contundente que encoja el corazón del espectador. El efecto sorpresa también es fundamental y unos personajes que despierten del letargo a la audiencia. En el estudio se cita como los personajes más adictos a tres seres como: Sheldon Cooper («The Big Bang Theory»), Daryl («The Walking Dead») y Ted Mosby («Cómo conocí a vuestra madre»). Curiosamente, no son nefastas. El primero es un cerebrito irritante con síndrome de Asperger; el segundo, un hombre estigmatizado, y emocionalmente dañado, por el pasado de su hermano; y el tercero, un adulto inmaduro e influenciable en busca del amor y que sólo consigue disgustos (Fuente: La Razón)
Clemente Ferrer
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