Friday, January 17, 2014
"Masterchef Junior" encumbra a Mario Palacios quién sufrió una humillante explotación infantil
‘MasterChef Junior’ encumbra a Mario Palacios, quien sufrió una humillante explotación infantil
El concurso “MasterChef Junior” (TVE-1) alcanzó un total de 3.731.000 espectadores y una cuota de pantalla del 19,8% según el ranking de Teleprograma del 13 al 19 de enero. También alcanzó el minuto de oro con 5.300.000 espectadores y una cuota de pantalla del 31,6%.
Las redes sociales también se hicieron eco del programa y lo situaron como lo mas mencionado del día con cerca de 123.000 comentarios
Mario Palacios (en la imagen), con 12 años, ha logrado ser el primer “MasterChef Junior” de nuestro país, en la gala dedicada a la fiesta de los “Reyes Magos”, ante millones de espectadores. Le gusta jugar al fútbol y tocar el saxofón.
Se trata de una inhumana explotación infantil. Los mas de 3,000 concursantes han tenido que sufrir un durísimo “casting” y, una vez seleccionados, muchas horas, durante varios meses de rodaje.
Elegantes y bien uniformados poco se asemejan a los niños que viven en países en vía de desarrollo, que tienen que trabajar para poder sobrevivir.
Por causa de la pobreza, muchos niños son obligados a trabajar. Los niños no están preparados para este tipo de esfuerzos físicos dada la naturaleza frágil de su cuerpo y de su mente. Como consecuencia de las diversas formas de trabajo infantil, millones de niños están expuestos a graves peligros.
Debido a su constitución anatómica, los niños sufren más accidentes laborales que los adultos. Si los niños están expuestos a sustancias químicas el peligro es, también, mayor que el de los adultos pues tienen menos resistencia que éstos. Además mentalmente es extenuante pues deben permanecer en el lugar de trabajo varias horas realizando un trabajo monótono, algo para lo cual no están preparados mental ni emocionalmente.
A diferencia de un adulto no saben cuidarse solos y no saben las medidas que deben tomar como precaución, por lo que son más propensos a accidentarse. Se les niega el cariño, se les trata como esclavos, se les insulta o golpea, se les castiga abusando sexualmente de ellos.
Por supuesto los niños que trabajan no van a la escuela, por lo que son privados de un derecho inalienable: la educación y la posibilidad de salir de ese círculo vicioso.
Clemente Ferrer
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