Día Universal de la Infancia
El día 20 de noviembre se celebra el Día Universal de la Infancia. Save the Children lanzó la siguiente aseveración: “Ni ayudamos lo suficiente, ni ayudamos a quién más lo necesita”. Este comunicación iba enfocado a los terruños más boyantes. Y es que, según los informes de dicha institución, 77 millones de críos siguen sin escolarizar en el orbe. Así lo refleja la ponencia: “El último de la fila, el último de la clase”, que se encuadra dentro de la campaña: “Reescribamos el futuro” en el que se asevera que con un dispendio de 9.000 millones de euros cada año, obtendrían la enseñanza primaria todos los chiquillos del universo.
También, el drama de los niños soldado es un estigma social que requiere una sensibilización internacional. Refrenda Destin Maliyamungu, congoleño de 17 años: “Nos drogaban antes de combatir para que no supiéramos lo que hacíamos” y sigue narrando su desengaño personal: “El día que me cogieron estaba en mi pueblo jugando al fútbol. Nada más llegar al campamento militar me dieron un arma y me enseñaron a usarla”, sigue afirmando: “Nos obligaban a esnifar droga antes de entrar en combate, nos daba dolor de cabeza y nos producía alucinaciones”. Sigue aseverando: “Habitualmente no nos daban alimento en todo el día. Tampoco dormíamos mucho e incluso trabajábamos hasta el amanecer”.
Grupos de combatientes como los Mai Mai utilizan el chantaje psicológico con sus muchachos mercenarios: “Nos hacían unos cortes en las muñecas y en el pecho y nos echaban unos polvos que nos hacían –según los instructores- inmunes a las balas”, sigue contando Maliyamungu. Estos rituales, de una apariencia seductora, sólo valían para aterrorizar a los jóvenes y conseguir su voluntaria esclavitud.
Según la ONU, en 2006 había más de 250.000 chavales y chiquillas en conflagraciones armadas. Más de 100.000 en África y 14.000 en hispanoamérica. El resto en Asia y Oriente Medio. El 30 por ciento de los combatientes son criaturas menores de 18 años y el 40 por ciento de los pequeños armados, en el Congo, son chiquillas.
Así mismo, 20 millones de chicos dejan sus hogares para trajinar, cada día, en fábricas o tierras de cultivo. Según la OIT, Argentina es el nación donde más se ha acrecentado el empleo infantil. Ha pasado de 250.000 a 1,5 millones de chiquillos explotados y en Ecuador el total es de 550.000 críos entre los cinco y 17 años, según una investigación del Instituto Ecuatoriano de Estadística.
Intervida aporta más información: “La explotación sexual y otras formas de violencia, de modo especial con grupos marginados, como los discapacitados, los pertenecientes a minorías étnicas, los refugiados y los niños de la calle”.
Otro gran enigma es la hambruna en el orbe, para 800 millones se mortales es una realidad diaria. Cada siete segundos expira un menor de diez años, por los secuelas del hambre, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia. La totalidad de los esqueléticos se agrupan en tres terruños: “La India con 57 millones, Bangladesh y Pakistán con 8 millones”. Los que resisten este cataclismo son proclives a padecer alteraciones del sistema inmunológico y a exteriorizar una mayor incidencia de complicaciones crónicas, como diabetes y cardialgias.
También, Médicos sin Fronteras, declaró que subsisten 60 millones de chavales hambrientos, dos millones de mortales fenecidos por la tuberculosis y cientos de miles de prójimos transportados por conflagraciones armadas. Las naciones más anémicas son el Congo y Níger, alcanzando los 60 millones de chiquillos mal alimentados.
La comunidad internacional afirma: “La violencia contra la vida de millones de seres humanos, especialmente niños, forzados a la miseria y al hambre, es debido a una inicua distribución de las riquezas entre los pueblos”.
CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
Presidente del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad
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