La obesidad, una pandemia mundial

La obesidad, una pandemia mundial



La Organización Mundial de la Salud advierte que, desde la década de los 80, la población está sobrada de peso, se a multiplicado la obesidad en los estados miembros de la Unión Europea.

Dentro de la Estrategia Europea sobre Nutrición, la Unión Europea, ha trabajado una documentación que determina las raíces sobre los enigmas originarios del sobrepeso y la obesidad.

España es uno de los terruños que padece esta propensión a la obesidad y a la pérfida nutrición: el 40 por ciento de la población crecida exhibe aprietos con el peso y lo más alarmante de esta realidad es que un 15 por ciento de los chiquillos están diagnosticados como obesos.

Entre los padecimientos más importantes, atañidos a esta enfermedad, se localizan la hipertensión, la diabetes, las complicaciones de hernia de hiato, los trastornos cardiovasculares y algunos tipos de carcinoma, como el de pecho y tubo digestivo.

Ante estas realidades, el sobrepeso y la obesidad se están convirtiendo en un estado general de los coterráneos del globo. Un lastre alzado indica que el enigma se ha transformado en una pandemia mundial. Éstos son los corolarios de un profundo análisis efectuado sobre 168.000 mortales de 63 estados de los cinco continentes y difundido por la publicación “Circulation”, sistematizados por Beberley Balkau, director de investigación del Instituto Nacional Francés Inserm.

Así mismo, la Fundación Británica del Corazón, afirma que “es una trágica ironía que mientras una parte del mundo se muere de hambre, muchos países desarrollados sean asidos de una crisis de obesidad”. El acrecentamiento de la diabetes en el Reino Unido está directamente relacionado con la crecida de los niveles de la gordura y el veloz declive de la práctica de ejercicio físico. Por lo tanto, ser obeso o diabético aumenta el peligro de tener una dolencia cardiovascular.

Por otra parte, la hormona neuropéptido, está agnada con la obesidad producida por el estrés, según una investigación efectuada por especialistas de Estados Unidos. Este informe que se ha divulgado por la revista “Nature Medicine”, proyecta un poco más de luminosidad a la correlación entre el estrés y la gordura.

También sucede que, el número de mortales dañados por el desarreglo de alzheimer, puede desbocarse como una secuela de la plaga de la obesidad que abate a los cinco continentes, según ha señalado la Sociedad contra el Alzheimer y la Fundación Cardiológico Británica, se está alentando a los mortales a realizar ejercicio físico y portar una vidorria sana, como la insuperable forma de luchar contra este mortal achaque.



CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
Presidente del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad


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