Negro y abortista

El aspirante al caudillaje de los Estados Unidos por el Partido Demócrata, Barack Obama, lo prefieren los adolescentes, los afroamericanos y los que poseen un elevado adiestramiento universitario.

Por otra parte a la senadora e igualmente postulante a la jefatura estadounidense, Hillaty Clinton, cosecha el voto de los blancuzcos, mayores de 65 lapsos de tiempo y la casta proletaria, los que cuentan ya que son una gran mayoría.

Estados Unidos está presto para gozar de un gobernante afroamericano, de tonalidad ennegrecida. El demócrata Abraham Amorós, no le turbó al dialogar de esta evidencia: “Cuando se le pregunta a la gente, no dice que no le va a votar porque es negro. Pero todavía existe racismo en Norteamérica”.

Según un sondeo de Associated Press, el 8 por ciento de los blancos exponen que sentirían cierto molestar al tener que elegir a un negro como mandatario norteamericano, el 65 por ciento de los demócratas blanquecinos optan por Hillary Clinton. Lo más significativo es que, el 76 por ciento de los blancos que optaron por ella, aceptan que el linaje fue un factor decisivo.

El aspirante Barack Obama, en un diálogo a la cadena televisiva Fox News, afirmó. “El factor racial no va a ser determinante en las elecciones, el pueblo estadounidense busca a alguien capaz de solucionar sus problemas”. El aspirante a la jefatura proyecta ser el mandatario de la historia que aprobará una Ley Federal legalizando el aborto, aplicable a todos los Estados de la Unión. Y ha expresado que será lo primero que ejecute si es elegido presidente. De esta manera, ningún Estado lograría ilegalizar la interrupción voluntaria del embarazo.

Un católico responsable, ¿puede votar a Barack Obama?, lo aclara un artículo publicado en un rotativo estadounidense de gran difusión; “Un católico americano puede votar a Obama. Pero ateniéndose a las consecuencias al hacerlo y contraviniendo, gravemente, al magisterio de la Iglesia Católica Norteamericana en un punto tan esencial, para el futuro de la humanidad, como es el aborto”.

CLEMENTE FERRER ROSELLÓ