Todo tiene un precio
Se ha exhibido una inédita campaña para la sensibilización social de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción con el lema; “Las drogas no sólo perjudican a quienes las consumen. Todo tiene un precio”, la acción se ciñe al lance que el consumo de estupefacientes tiene sobre algunas manifestaciones -como los siniestros de tráfico, los conflictos escolares, los accidentes laborales, la brutalidad en general o los malos tratos- que apenan, tanto al propio usuario, como a su medio ambiente y a la sociedad en general.
Asimismo la incidencia de las drogas en las dificultades escolares, según los peritos que comparecieron ante la Comisión Mixta Congreso y Senado para el Estudio de las Drogas –formada por psiquiatras, sociólogos, neurólogos o educadores- aseveraron, en su última notificación, que las dilapidaciones de narcóticos enredan de forma explícita en la mitad de los colegiales de España.
En los últimos lapsos de tiempo, incontables indagaciones han probado un cierto paralelismo entre el derroche de drogas y las situaciones de salvajismo de todo tipo. Según el informe “Jóvenes, valores, drogas”, un 10,90 por ciento de los adolescentes españoles de 15 a 24 años derrochan alcaloides por encima de la media, a la vez se registra que, los corajes aborígenes, son los que justifican las conductas iracundas.
CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
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