Publicidad sexista

Publicidad sexista

Que la publicidad tenga en cuenta a la mujer en cuanto al mensaje emitido es algo no sólo importante, sino muy razonable, asi como que se recurra a la imagen femenina como técnica de promoción y estrategia publicitaria.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, un fenómeno ha adquirido unas proporciones alarmantes, consistente en la utilización del cuerpo como objeto de reclamo publicitario. En demasiadas ocasiones, la imagen de la mujer es utilizada con una dimensión exclusivamente comercial y como pretexto para llevar al público a consumir un determinado producto.
Las quejas por publicidad sexista se ascendieron a 400 en 2005, un 17 por ciento más que el año pasado, según los testimonios acopiados por el Observatorio de la Publicidad Sexista del Instituto de la Mujer. También se ha indicado que en los primeros cuatro meses de 2006, se han analizado 161 delaciones por publicidad que emplea a la mujer como objeto erótico. Siete modelos exhiben sus culos para seducir al cliente potencial: “canjea aquí tus puntos Vodafone”. Un trasero sin celulitis le sirve a Hyundai para trajinar sus vehículos: “Enseña tus formas”. Según el instituto son las hembras las que más se quejan, un 87 por ciento.
De esta forma, parece que lo único relevante es vender, sin que importe el precio. Parece que algunos creativos ignoran que existe una labor publicitaria imaginativa, ocurrente, fresca, dinámica y eficaz. Parece que lo que está de moda es el recurso fácil, simplista, carente de valor.
El cuerpo humano, muestra de la condición material de las personas, posee en sí mismo una trascendencia no rebajable al mero consumo publicitario. Su uso indiscriminado supone un ataque a una parte esencial de la naturaleza humana, una clara insolencia que atenta contra la dignidad del ser humano.


CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
Presidente del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad
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