La huella del Papa en Valencia

La huella del Papa en Valencia



“Ante la Jorobadita” (apelativo cariño valenciano) “quiero decirte: Ampáranos noche y día en todas las necesidades, ya que sois, Virgen María, Madre de los Desamparados”. Benedicto XVI, postrado en la Basílica ante la Virgen, recitó esta oración en valenciano. Como oriundo de esa noble tierra levantina, se me encogió el corazón. Fue un buen comienzo para el V Encuentro Mundial de las Familias.

El Papa a lo largo de sus ocho intervenciones recalcó que la familia es un bien necesario para los pueblos, un fundamento indispensable para la sociedad y un gran tesoro de los esposos durante toda su vida. Es un bien insustituible para los hijos, que han de ser fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres. Proclamar la verdad integral de la familia, fundada en el matrimonio como iglesia doméstica y santuario de la vida, es una gran responsabilidad de todos.

Siguió Benedicto XVI invitando a los gobernantes y legisladores a reflexionar sobre el bien evidente que los hogares en paz y en armonía aseguran al hombre, a la familia, centro neurálgico de la sociedad, como recuerda la Santa Sede en la Carta de los Derechos de la Familia, en la que se pide un nuevo impulso a la familia como santuario del amor, de la vida y de la fe.

El conocido presentador de televisión Matías Prats, afirmó: “Siento un gran orgullo y honor ser un eslabón más de una gran familia. Todo lo que soy se lo debo a estar arropado por mi familia”

El director de cine Phil Morrison escribió: “Todas las luces y sombras del mundo se sintetizan en la familia”

Zapatero, que tiene un buen corazón, sabrá meditar en lo más profundo de su alma, las peticiones del Papa Benedicto XVI, Vicario de Cristo en la Tierra, y seguir los impulsos interiores para rectificar sus malandanzas.



CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
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