Friday, October 22, 2010

Envenenada con su propia sangre

Envenenada con su propia sangre
Escoltar al estudiante en su encuentro con lo bueno, lo bello y lo verdadero, tal habría sido el "proyecto curricular" de Platón. Hace tiempo que el sistema educativo experimenta indicios de un colapso que padecen especialmente los profesores y que es el índice más alto de Europa en cuanto a la desidia escolar, pérdida gradual de la potestad del educador, escamoteo del valor del esfuerzo, mutación de los centros en una especie de guardería.
Hay claros y oscuros en la enseñanza. Pero la zona más lóbrega viene de la presión de los políticos que manipulan el sistema educativo. Actualmente en el resto de los estados europeos la ideología ya no emplea el sistema educativo para vigorizarse.
El sistema educativo se está envenenando con su propia sangre: la asignatura Educación para la Ciudadanía llegó infectada y tras una movilización metropolitana, sin precedentes en la historia de la democracia, ha resultado herida de muerte. Muy pocos educadores se aventuran a cumplir sus engañosos adoctrinamientos. Se ha corrompido y nadie desea impartir esta materia. Es un nuevo naufragio de la ideología frente a la realidad que es pertinaz: el peor enemigo que se puede topar un Gobierno es la oposición de unos progenitores que desean dar a sus benjamines lo mejor de la vida. La valentía ejemplar de tantos padres objetores ha hecho que saltara en pedazos la maniobra de la ideología.
Sin embargo, los teóricos que esbozaron la asignatura Educación para la Ciudadanía, como un modo de introducir el relativismo moral y la ideología de género, no han cedido en su testarudez. Los progenitores deben custodiar y estar alerta para que el colegio no responda a consignas políticas y seguir poniendo todos los medios para impedirlo. Deben meterse, cada vez con mayor compromiso, en los temas que el actual sistema educativo intenta instrumentalizar para sus fines. Deben asociarse hasta que las nuevas fábulas ideológicas sean liquidadas por la fuerza de la realidad (Fuente: Educación y Persona).
Clemente Ferrer

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