Explotación infantil
Aprisionan a los chavales con el propósito de arraigarlos en legítimas máquinas autómatas para asesinar. Al norte de Uganda, desde hace unos dieciocho años, el grupo terrorista del LRA trajina estos raptos y sus mamás terminan siendo vejadas sexualmente por una consentida milicia infantil.
Por otra parte, el Consejo de Seguridad de la ONU ha pactado crear un método para vigilar y atajar los excesos y abusos contra los críos en los estados que se encuentren en conflagración armada. Para ello se ha creado un dispositivo que aprobará sancionar las violaciones que padecen los chiquillos. Este dispositivo enderezará las dolorosas violencias como asesinatos o amputaciones, el alistamiento como militares, agresiones contra colegios y sanatorios, intimidación y atropello sexual a chiquillas, aprehensión de críos y negativa a cederles el acercamiento a la ayuda caritativa.
Las instituciones, Save the Children y Amnistía Internacional, difunden con asiduidad campañas publicitarias para concienciar a toda la sociedad del maltrato infantil. Esta acción no es suficiente, es necesario que todos los ciudadanos, nos sensibilicemos de que las regiones de penuria que existen en nuestro planeta, hubieran podido ser fertilizadas, si los abrumadores gastos en armas de combate, que sirven a la beligerancia y a la devastación, hubieran sido transformados en inversiones para el sustento de las personas, que se prestan a la supervivencia.
El universo transita hacia una apología del terrorismo. Hamas ha iniciado una página web infantil en la que alienta a los niños a transformarse en terroristas kamikaze, según la radiodifusión rusa “Eco de Moscú”. Uno de los testimonios insertados en la web cuenta que una hembra palestina, tras saber que su unigénito se transmutó en un terrorista suicida, agasajó a sus amigotes para festejarlo.
Por otra parte, en Sri Lanka, movilizan a chavales para llevar a cabo las operaciones más comprometidas y preservar a sus conspicuos soldados. Se han reclutado, también, a chiquillas que son adiestradas para llevar a cabo misiones suicidas. Son chicos y niñas de 13 y 14 años, raptados de sus caseríos, instruidos en cuarteles y trasladados al frente de combate.
La misma organización afirma que, el empleo de reclutas es una hábito que se está desplegando por la proliferación de tropas armadas ilegales dotadas de armas cortas y sencillas para su manejo. Son más de 500.000 los menores timados como chavales reclutas en todo el universo. En los últimos diez años han fallecido dos millones de menores de edad en todo el mundo como secuela de las conflagraciones bélicas.
Por otra parte, los conflictos guerreros han llevado a que, en Sierra Leona, uno de los terruños más indigentes de la tierra, más de 4,5 millones de moradores se encaran a una esperanza de vida de 37 años. Esto es debido a que han vegetado más de once años de guerra civil en la que se han realizado auténticas crueldades, tales como mutilaciones, violaciones y crímenes. Lo más doloroso de esta batalla ha sido el rapto de críos y chiquillas para ser usados como militares o cautivas sexuales. Chavales que fueron transformados en matones adiestrados, morfinómanos, embriagados y con un arma en las garras, los menores llegaron a sentirse los amos de la nación y ejecutaron cuantiosas ferocidades.
No podemos marginar que, para extirpar la explotación infantil en el universo, una de las salvajes lacras que sufren gran parte de los estados del mundo, según el estudio de la Organización Mundial del Trabajo sobre: “La eliminación del trabajo infantil” y que viene actuando en los países de África Subsahariana. Allí la situación es de enorme escasez en la que los huérfanos están obligados a colocarse para sacar a sus fraternos adelante. No en vano, es la zona donde más chavales bregan; unos 50 millones.
Asimismo, en Costa de Marfil, son 5.000 pequeños los que trajinan en plantaciones de cacao en los terrenos campesinos del territorio. Se les exige caminar, descalzos, largos trayectos llevando paquetes pesados sobre la testa. En este país, el punto de partida de la faena forzosa, es el comercio de menores en el mercado negro. Su comprador les otorga, únicamente, el derecho a no morir de hambre.
Por otra parte, la Organización Mundial Contra la Tortura, solicitó a la corporación internacional para que califique como una forma de tortura, señaladas circunstancias de la fajina infantil, ya que el despotismo que obligan a los chavales a trabajar de sol a sol, pasa por el terror.
“No debemos sonreir ante las tristezas de un niño. Todos los dolores son iguales”, afirmó Van Lerberghe.
Clemente Ferrer Roselló
Presidente del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad
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