Sunday, August 30, 2009

Juguetes protegidos

Juguetes protegidos

El Parlamento Europeo ha admitido nuevas medidas de seguridad para los juguetes. Prohibirán las sustancias venenosas y limitarán el empleo de aleaciones pesadas ya que las sustancias químicas pueden producir cáncer, modificando la información genética o afectando a la fecundación, ya no estarán autorizadas en la fabricación de los juguetes infantiles.

Las medidas para prevenir que los chiquillos se ahoguen con partes desprendibles de los muñecos. Las pequeñas miniaturas, incluidas en las viandas, siempre irán envueltas en un paquete independiente. Los juguetes unidos a un fabricado alimenticio en el que se necesite el consumo de la golosina, para obtener el muñeco, estarán prohibidos.

El fabricante de artefactos infantiles debe formalizar una valoración sobre la seguridad de los mismos y redactar una información más clara para todos los fabricados, conteniendo explicación sobre las sustancias sintéticas utilizadas.

Los importadores deben comprobar que los fabricantes han efectuado el examen pertinente de los juguetes. También deben ejecutar ensayos preliminares. Las exigencias a los distribuidores de muñecos también serán fortalecidas.

Los países miembros de la Unión Europea tendrán que adherirse a los funcionarios de vigilancia del mercado para que ejecuten los tanteos convenientes en los límites externos de la UE y, dentro de ella, para afianzarse de que los peluches peligrosos sean ilegales. Las autoridades de vigilancia del mercado también podrán prohibir los juguetes que constituyan un peligro mortal.

Asimismo, en los últimos años están proliferando en el mercado una serie de vehículos destinados a los niños que funcionan con motores eléctricos y gasolina. Se fabrican en China. Son de baja calidad y muy peligrosos. Se recomiendan para niños de más de ocho años. En realidad podrían ser juguetes asesinos. En algunos países se está tomando la decisión de prohibirlos.

La formación y educación de los hijos requiere la actuación y el esfuerzo constante de los padres. Tratar de suplirlo con juguetes es buscar algo tan utópico como conseguir una máquina para educar.

CLEMENTE FERRER

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