Descienden las ventas publicitarias a medida que se descubre la vida aventurera de los famosos

Descienden las vetas publicitarias a medida que se descubre la vida aventurera de los famosos
Catherine Zeta-Jones intérprete de Crueldad Intolerable y Chicago se ha incorporado a un sanatorio mental para ser trajinada de una perturbación maniaco-depresivo, producida por sus arrestos para asistir a su esposo, Michael Douglas, en su batalla contra un cáncer de garganta que ha vencido. También se ha convertido en la artista británica mejor pagada. La galesa realizó un spot, para una marca multinacional de cosmética, por el que percibió 4.200 euros por cada segundo de grabación. El anuncio duró siete minutos.

Asimismo, la actriz Silvia Abascal, ha resistido un ictus cerebral. Se encuentra muy bien y restableciéndose. También prestó su imagen a una campaña de publicidad para una marca de perfumería.

La actriz Shirley MacLaine se ha desahogado en una entrevista realizada por la prestigiosa presentadora de televisión, Oprah Winfrey. Afirmó; “me acosté con tres en un día”. No debe olvidar que cuando la vida privada de una persona célebre lleva un comportamiento que degrada al ser humano, el producto anunciado se autodestruye. MacLaine fue prescriptora en una campaña de publicidad para una marca de automóviles. Su desatino recaerá sobre las ventas de vehículos que sufrirán una fuerte bajada en sus ventas.

Para llegar a grandes audiencias se están produciendo video clips en los que se busca mantener hasta el final la duda de si era real o falso. Cuando el video genera debate, el producto ha logrado el éxito viral. Una empresa líder en el mercado de los refrescos ha creado un video viral en el que aparece el futbolista David Beckham.
Por último, la ciudadanía norteamericana se ha alborotado por los anuncios interpretados por la tenista Serena Williams y la actriz Rileah Vanderbilt. En la campaña publicitaria, empleada para anunciar la cuarta edición del videojuego Top Spin, ambas famosas aparecen desvestidas de forma impúdica. El vídeo ha logrado escandalizar al público americano, que ha tildado el anuncio de sexista.
Cuando la mala publicidad entra con descaro en la intimidad de la persona para cautivar los sentidos y las apetencias de las más bajas inclinaciones de quienes ven esas imágenes, se está degradando el producto anunciado.
Clemente Ferrer