El futuro de la Humanidad se fragua en la familia

“El futuro de la Humanidad se fragua en la familia”
Europa asume un azote silencioso que determina su futuro; la senectud de su población, sin una solución inmediata. Parece como si nos encontráramos destinados a ser un asentamiento para longevos.

Nunca, hasta ahora, hubo tantos ancianos y tan pocos nacimientos. Esta calamitosa situación se ha verificado en los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística. www.ine.es
España bajará rápidamente su población. Hasta el extremo de que, si se congelaran las cuantificaciones actuales, la previsión para 2100 situaría en 20 millones el número de habitantes.
La llegada de inmigrantes sólo es un remiendo a un problema que tiene visos de agravarse. En el año 2011 el 19,1% de los germinados fueron de madre foránea. Además, cada vez, se dilata más la edad media de las esposas que tienen a su unigénito en torno a los 30 años.
Es cierto que este hundimiento demográfico desafía con devastar a países como Alemania o Rusia.
Ante el quebranto de los valores fundamentales como el de la maternidad y la familia, todos los gobiernos del mundo deberían tomar medidas urgentes que apoyen el aumento de la natalidad.
La economía europea revolotea con pesadez demográfica en las alas por tener, cada vez, menos jóvenes y más pensionistas, por lo tanto, si la natalidad no crece pronto, perduraremos mucho, pero viviremos cada vez más pesimamente.
Alemania lleva mucho tiempo con índices de natalidad muy bajos. Ciertamente, el desplome de la natalidad es una anomalía mundial. Los países como Japón, Alemania, Rusia, Italia o España, se encuentran entre los que la realidad demográfica es alarmante. www.es.wikipedia.org
Es urgente revalorizar la maternidad o se irá a una paulatina pero ineludible espiral de la defunción demográfica. O nacen más niños o la Humanidad entera tiene un futuro muy oscuro. Es necesario crear una Secretaría de Estado de Natalidad y Familia y un Plan Estratégico Demográfico. www.europapress.es
Debemos dar gracias a la Deidad por ser instrumentos de una cosa tan maravillosa, de un prodigio tan extraordinario, de la participación en el poder creador de Dios; la maternidad, engendrar hijos.

Juan Pablo II afirmó que: “El futuro de la humanidad se fragua en la familia”. www.vatican.va

Clemente Ferrer