Antena 3 ha jubilado la serie interpretada por Ana Obregón, “Ellas y el sexo débil”, por los últimos informes de audiencia conseguidos; el 6,1 por ciento de cuota de pantalla en su tercer capítulo. Obregón afirmó que se tomará un período de reposo y sosiego, y notificó que tiene otros planes televisivos a los que se enfrentará en el futuro. José Luis Roig asevera: “La cosa estaba clara desde el primer capítulo. Tenía tan poco sentido argumental que no podía llegar muy lejos. Y además a la Obregón, cegada por el éxito de “Ana y los Siete”, se le subió a la cabeza y se empeñó en demostrar con sus ideas estrafalarias la cuadratura del círculo”.La retirada del programa es la consecuencia del poderío de las audiencias, pero el juego está determinado así, y en este caso con pleno atino.La población española inmediatamente de mirar con el rabillo del ojo la serie interpretada por Ana Obregón no lograba conciliar el descanso. Cerrar los ojos y ver a la bióloga con unos vestimentas inenarrables, hurtados al cofre de las nostalgias, fue dantesco. Los televidentes no se merecen un trato de ese tipo ya que la serie tiene un sabor nocivo y un argumento inexistente. Esta basura no se aguanta por ningún sitio.El pasado día 2 decía que vamos a ver cuanto tiempo se mantiene esta serie, que ya despuntó mal. Como dijo John Ruskin, la calidad y el éxito son un accidente, son el resultado de un esfuerzo de la inteligencia. Y eso, inteligencia, es lo que no hay en “Ellas y el sexo débil”.Es necesario poner, por lo tanto, todos los medios que estén a nuestro alcance para arrancar esta epidemia de vulgaridad y erotismo que nos inunda y que degrada al telespectador.
CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
Presidente del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad
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