Explotación infantil

Explotación infantil

Cerca de 200 millones de críos se alzan cada mañana para sudar la gota gorda en un yacimiento de Colombia o en una cantera de la India, durante más de diez horas seguidas. El 15 por ciento de todos los chiquillos del mundo cambian todos los días los textos y los juguetes por cueros para zurcir, artilugios de mecánica o cestos repletos de trigo. Asimismo en Pakistan, China, Ecuador o Burkina Faso, se incorporan para ganarse el pan, en condiciones infrahumanas.

No obstante, la Organización Internacional del Trabajo, proporciona pormenores para la esperanza. En América Latina y el Caribe, el número de chavales dañados por algún tipo de explotación laboral pasó del 17,4 por ciento al 5,7, de los 110 millones de niños que moran en estos países. Con estos cifras, el chileno, Juan Somavia, director general de la OIT, tutela una conjetura ilusionada, que le lleva a imaginar “en la erradicación de las peores formas de trabajo infantil para 2016”.

El total de aprendices que ejecutan faenas delicadas para su energía física o mental, o para su mejora moral, comprende los 74,4 millones, de los que casi un millón de niños bregan en las minas. Ante esta realidad, la Organización Internacional del Trabajo, se ha planteado recuperar a los jóvenes que producen en los filones y canteras de todo el universo, de los que 400.000 se localizan en Latinoamérica.

De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (ONUDD), todos los estados de la tierra, delatan la contrariedad de la transacción de mortales para el disfrute sexual, el labranza ilegal o el atropello infantil. En conjunto se han inspeccionado 127 países donde, alguno de sus pobladores, han sido atormentados por estas injusticias.

Los movimientos del comercio con personas humanas se encaminan de los países más necesitados a los opulentos, constituyendo la explotación sexual, el procedimiento más común para el tráfico de chicas y chiquillos que son, en su mayoría, los principales perjudicados.

“No debemos sonreir ante las tristezas de un niño. Todos los dolores son iguales”, afirmó Van Lerberghe.

CLEMENTE FERRER ROSELLÓ

Presidente del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad

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