Sunday, October 01, 2006

Abolir la pena de muerte/ To abolish the capital punishment

"No actué, sino según mi credo, que dice que hay que decapitar a todos los que insulten a Alá”, declaró Nihamed Bouyen, musulmán que tiroteó y después degolló a un blasfemo, en una calle de Ámsterdam. Mohamed no mató por odio y, sin odio, el Juzgado de lo Penal de Ámsterdam, que lo juzga por el cruel asesinato de Theo Van Gogh, lo ha condenado a cadena perpetua. La Comisión de Derechos Humanos de la ONU aprobó una resolución en la que invita a todos los países a abolir la pena de muerte que se suele aplicar en base a leyes discriminatorias. Los países que se muestren reacios a aplicar la abolición de forma inmediata, la ONU recomienda “instituir una moratoria sobre las ejecuciones”. Se está difundiendo un informe de Amnistia Internacional sobre la pena de muerte. Las cifras son ingentes, pese a los esfuerzos de abolicionistas, las cifras siguen siendo altas; más de 3.797 personas fueron ejecutadas en 2004. De EEUU llega una buena noticia, el Tribunal Supremo ha declarado inconstitucional la práctica seguida en 19 estados, que permite la ejecución de condenados por delitos cometidos cuando eran menores de edad. Sin embargo el Gobierno de los Estados Unidos ha pedido la pena de muerte para el franco-marroquí Zacarias Moussaoui, la única persona acusada por su conexión con los brutales atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001. Se declaró culpable de participar en una trama de Al Qaida para atentar contra la Casa Blanca, dijo: “Soy culpable de una amplia conspiración para utilizar aviones como arma de destrucción masiva”, señaló Moussaoui. El Catecismo de la Iglesia Católica se define sobre la pena de muerte: “Si los medios incruentos bastan para proteger y defender del agresor la seguridad de las personas, la autoridad se limitará a esos medios, porque ellos corresponden mejor a las condiciones concretas del bien común y son más conformes con la dignidad de la persona humana.

CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
Presidente del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad
Pantoja, 14
28002-Madrid
NIF 20285521 G
Tel 914137873

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“I acted according to my credo which is to behead all those who insult Alá”, declared Nihamed Bouyen, a Muslim who shot and then cut the throat of a blasphemer, in a street of Amsterdam. Mohamed did not kill by hatred, and without hatred, the Penitentiary Court of Amsterdam, who judges him because of the cruel murder of Theo van Gogh, has sentenced him to life imprisonment.
The UN Commission of Human Rights approved a resolution in which invites to all the countries to abolish the capital punishment that usually is applied on the basis of discrimination laws. For the countries reluctant to apply immediately the abolition recommends the UN “to institute a moratorium on the executions”.Amnesty International is spreading a report on the capital punishment. The figures are enormous. In spite of the efforts from the ones supporting the abolition, the numbers still high; more than 3,797 people were executed in 2004. Good news arrives from the U.S.A.: the Supreme Court has declared unconstitutional the practice in 19 states, that permit the execution of prisoners who committed crimes when they were under age.Nevertheless, the Government of the United States has requested the capital punishment for the Franc-Moroccan Zacarias Moussaoui, the only person accused by his connection with the tremendous terrorist attack of the 11th September, 2001. He declared himself guilty for his participation in a plot from Al Qaida to attempt on the White House. He said: “I am guilty of an ample conspiracy to use airplanes as a massive destruction weapon”, indicated Moussaoui.The Catechism of the Catholic Church speaks about the capital punishment: “If no cruel ways are enough to protect and defend the security of the people from the aggressor, the authority should be limited to those means, because they better correspond to the concrete conditions of the common well and are in agreement with the dignity of the human person.

CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
President of the European Institute for Marketing, Communication and Advertisement
Pantoja, 14
28002-Madrid
NIF 20285521 G
Tel 914137873

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