Como en las catacumbas
Arabia Saudí es el vicariato más grande del orbe. Su Delegado Apostólico, Giovanni Gremoli, administra un 3,7 por ciento de católicos, de un total de más de 23 millones de habitantes. Narra que la dificultad más grave es el sistema de régimen; una dogmática y severa monarquía. Sus habitantes se consideran los depositarios del lugar santo, La Meca, y miran toda Arabia como un lugar santo islamita donde no se admite ningún otro culto: “Más de la mitad de nuestros católicos vive y trabajo allí. Es una situación que recuerda el tiempo de las catacumbas”. Oficialmente los sacerdotes no pueden entrar en el país ni oficiar celebraciones públicas. Sólo se puede celebrar misa en las embajadas. Los fieles católicos sólo pueden orar en sus hogares, sin reunirse con otras almas.
Benedicto XVI manifestó “su solidaridad con las comunidades que viven en países donde la libertad religiosa es pisoteada y recordó, con emoción, a los misioneros que son asesinados por anunciar el Evangelio”.
CLEMENTE FERRER ROSELLÓ
Presidente del Instituto Europeo de Marketing, Comunicación y Publicidad
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